La tecnología TForce marca un antes y un después en la capacitación para las empresas de su corporación, que les permite posicionarse en sectores tecnológicos como el de defensa, aeronáutica y automoción.
En mitad de la crisis mundial de suministro de componentes, Televés Corporación ha anunciado el importante hito de lanzar al mercado su microchip número tres millones. Y coincidiendo con este hito, una de las integrantes de su corporación, la empresa Maxwell, anuncia que ya está trabajando en la siguiente generación de circuitos integrados, basada en nitruro de galio, con la correspondiente apertura de infinitas posibilidades en el campo de la radiofrecuencia para otros sectores altamente tecnológicos.
Desde el año 2010, en plena vorágine por el apagón analógico de la señal de televisión en España, Televés tuvo la visión de salvar las limitaciones que suponían los microchips de silicio para el ámbito de la radiofrecuencia. Comenzaba un intenso trabajo para diseñar circuitos integrados con tecnología MMIC (Monolithic Microwave Integrated Circuits), cuya adaptación industrial a las líneas de fabricación de la empresa fue lanzada como TForce. La inversión y apuesta por esta tecnología, en su día costosa y arriesgada, coloca ahora al grupo tecnológico español, con sede en Santiago de Compostela, a la vanguardia de la microelectrónica.
Este proceso ha significado durante años el rediseño de sus líneas de montaje, realizando un gran esfuerzo por parte de los departamentos de ingeniería industrial y fabricación para alcanzar unos procesos fabriles y unas condiciones de sala muy particulares para el éxito.
En palabras de su CEO, Santiago Rey Requejo, “gracias a los componentes TForce las empresas de Televés Corporación pueden crear un puzle funcional a medida para los diseños de sus equipos, que además consiguen unas prestaciones en mercado difíciles de igualar. Poder fabricar productos tecnológicos está al alcance de muy pocos, y Televés se ha posicionado en el mercado gracias a ello como un sinónimo de vanguardia y calidad. TForce supone más inversión de cara al futuro, un futuro en el que contemplamos con optimismo ser actores en sectores tecnológicos como el de Defensa, aeronáutica y automoción, entre otros” asegura.
Ana Peláez, directora técnica de Maxwell explica que “desde que iniciamos el proceso de diseño y montaje del componente TForce sabíamos que estábamos ante un reto tecnológico, por la complejidad de su diseño y el elevado grado de miniaturización requerido, demandando precisiones que se miden en micras. Nos sentimos orgullosos de saber que esta tecnología es el futuro de las empresas que conforman Televés Corporación. Europa está inmersa en un incipiente y ambicioso proceso con el objetivo de aspirar a competir en la nueva revolución industrial y para alcanzar plena soberanía tecnológica. En este proceso, la microelectrónica será uno de los principales pilares estratégicos”, concluye.
