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Concebido como smart building, el espacio incorpora últimas tecnologías de digitalización en las infraestructuras, los espacios y los servicios.

Simon ha presentado ‘SWITCH’, su nueva sede corporativa global en Barcelona. Vuelve al barrio del Poblenou para instalarse en lo que fue su propia fábrica de producción en la ciudad durante medio siglo, entre los años 1958 y 2011. Con la completa rehabilitación del antiguo edificio fabril (un proyecto integral de arquitectura, interiorismo e iluminación) diseñado como smart building, Simon participa en la trasformación que vive el Poblenou, de barrio industrial en el siglo XX a actual distrito 22@ de innovación y tecnología.

“La nueva sede se ha concebido como smart building para garantizar la máxima eficiencia energética y proveer plena autonomía en los servicios a los empleados”, señala Inma Ruiz, Global Brand & iO Ecosystem Chief Officer de Simon. Incorpora últimas tecnologías de digitalización en las infraestructuras, mediante gestión centralizada, y digitalización de espacios y servicios con gestión individual autónoma para los 350 empleados que prevé alojar.

“El propio proyecto arquitectónico de rehabilitación actúa como catalizador en la trasformación y cambio cultural que vive Simon», especifica Emili Túnica, Global People & Culture Chief Officer de la compañía. «Y cada una de las actuaciones incide en sus cuatro pilares fundamentales: Colaboración, Bienestar, Sostenibilidad e Innovación”.

‘SWITCH’ suma otras facetas relacionadas con la proyección futura de la empresa. Destaca el espacio de la nave, que opera como mini fábrica para mantener el espíritu fabril del lugar. Y acogerá eventos tecnológicos y culturales relacionados con la cultura y la expresión artística de la luz, entre otros.

El proceso creativo para determinar el nuevo nombre ‘SWITCH’ ha sido desarrollado por una agencia especializada en naming. Un emblema para Simon, con proyección internacional, que juega con la composición acróstica: Simon, Worlwide, Innovation, Talent, Comunity, Hub.

Rehabilitar enfatizando una estructura del siglo XX

El proyecto de rehabilitación del edificio, realizado por el despacho b720 Arquitectos, liderado por Fermín Vázquez, pone en valor la construcción fabril edificada en 1958. Enfatiza la estructura de hormigón original, que funciona como un diafragma, maximizando la entrada de luz natural. Mediante un detallado estudio del hueco, integra un nuevo elemento técnico: un casete como mecanismo complejo y tecnológico con cerramiento de vidrio que ofrece un comportamiento excelente, optimiza la entrada de radiación solar y se replica en toda la fachada.

La planificación de plantas abiertas propulsa la interacción y el trabajo colaborativo, en una apuesta por flexibilizar el uso de todos los espacios de trabajo, con reserva digital diaria a través de una app. Mediante el diseño de mobiliario, distribución y circulaciones se ofrecen distintos grados de formalidad e informalidad para encuentros y reuniones. En las plantas superiores, la cantina con grada-escalinata multifuncional, la gran terraza ajardinada y la sala wellness, son dependencias enfocadas en promover espacios saludables, de bienestar y relax durante la jornada de trabajo.

En su edificación, ‘SWITCH’ persigue la ejemplaridad medioambiental. Cuenta con el sello LEED Platino, máxima certificación internacional en eficiencia y sostenibilidad. Y con la certificación WELL, que evalúa un centenar de parámetros, enfocada al bienestar del empleado. El edificio ostenta la calificación energética A, con equipamiento de placas fotovoltaicas, y se ha conectado Districlima, red de producción de calor y frio centralizada en el distrito 22@, que le asegura mínimo consumo energético. A su vez, cuenta con la certificación CRADLE TO CRADLE, que acredita que la mayoría de los productos y elementos de acabado utilizados son de bajas emisiones

Interiorismo para el bienestar y la interacción

El edificio en chaflán se ha actualizado con la apertura de la planta baja, antes opaca, hacia la ciudad. Aloja el showroom de Simon, dando continuidad al ‘Espacio Simon 100’, creado con motivo del centenario de la empresa. Diseñado por el estudio de Antoni Arola en colaboración con Jordi Tamayo, consta de zona expositiva alineada a las dos fachadas, a modo gran escaparate, y un auditorio como espacio flexible y multifuncional. Es una planta diáfana donde Arola ensaya sistemas de iluminación proyectados sobre screens graduables. Un recurso para diferenciar zonas y crear distintas escenas de luz mediante nuevas tecnologías de digitalización, que ilustran la capacidad de la luz para transformar los espacios.

A Antoni Arola también se debe el diseño del patio con pérgola perimetral. Una propuesta de corte arquitectónico que introduce la vegetación en el edificio con el objetivo de humanizar los espacios urbanos. Inspirado en el recorrido de sombra que proveen los claustros, es así mismo zona de exposición de las luminarias de exterior de Simon.

Como responsable del proyecto de interiorismo de la nueva sede, Katty Schiebeck junto con Rubén Ortiz cofundador del estudio, destaca la voluntad de crear unas oficinas con reminiscencias domésticas, más agradables y cálidas, evolucionando así el funcionalismo que les es propio. Mediante el empleo de materiales como la madera de nogal, tonos crudos, textiles naturales y el trazado de líneas curvas, ha definido una atmósfera interior orgánica, sobria y elegante, que atempera el hormigón y la racionalidad estructural.

En planta baja, Katty Schiebeck ha diseñado una escalera helicoidal. Revestida con plancha de acero inoxidable, enriquece los reflejos de luz. Un elemento de porte escultural y representativo que da acceso directo a la planta primera, una de las áreas del edificio más singulares por albergar un espacio para recibir visitas externas y dos exclusivos laboratorios de certificación de producto de Simon.

En la gran sala con goniofotómetro, de 6 metros de altura, se certifican las cualidades lumínicas de cada luminaria. La sala MSC con la cámara anecoica, mide la radiación electromagnética de cualquier dispositivo electrónico y certifica su inocuidad para las personas.

Una iluminación funcional, eficiente y simbólica

El proyecto de iluminación del nuevo edificio cobra especial significación por ser la materia prima con la que trabaja Simon. Michela Mezzavilla, lighting designer y cofundadora del estudio MMAS lighting, se ha encargado de vehicular y aglutinar todas las aportaciones y conceptos propuestos por los diferentes participantes en el proyecto de arquitectura e interiorismo. La eficiencia energética ha sido una de las grandes exigencias del proyecto, así como explicar el propio producto de Simon.

Mezzavilla señala que en todo el espacio se ha trabajado a diferentes niveles, conjugado la iluminación funcional, ambiental y simbólica. Junto a la luz arquitectónica con máxima integración en el edificio, la iluminación del showroom desea sorprender y emocionar. Mientras que la intervención lumínica lineal que se ciñen a los pilares del edificio y atraviesan plantas, traza una segunda estructura inmaterial de luz, metáfora de la energía de una empresa que se transforma con éxito.

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