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Este proyecto contribuirá a una mayor integración y diversificación del área industrial de Repsol, reforzando su liderazgo en Europa.

Repsol construirá en su Complejo Industrial de Sines (Portugal) dos plantas de materiales poliméricos que representan la mayor inversión industrial en Portugal en los últimos diez años por valor de 657 millones de euros. Los nuevos materiales producidos son 100% reciclables, al igual que el resto de las poliolefinas de Repsol, y podrán utilizarse para aplicaciones de elevada especialización y alineadas con la transición energética en la industria farmacéutica, automotriz y alimentaria. Las instalaciones estarán operativas en 2025 y convierten al Complejo Industrial de Sines en uno de los más avanzados de Europa por su flexibilidad, elevado grado de integración y competitividad.

El proyecto cuenta con una planta de polietileno lineal (PEL) y otra de polipropileno (PP), con una capacidad de 300.000 toneladas anuales cada una. Las tecnologías de ambas plantas, que garantizan la máxima eficiencia energética, son líderes en el mercado y las primeras de su tipo que se instalarán en la Península Ibérica.

Situado en una localización privilegiada, el Complejo Industrial de Sines contará además con nuevas instalaciones logísticas, incorporando la posibilidad de uso del ferrocarril. Así, se optimizará la conexión con el mercado europeo y se reduce la huella de carbono del transporte de los productos.

Esta inversión en el Complejo Industrial de Sines aumentará las sinergias del área industrial de la compañía, que ya funciona con un elevado grado de integración logística y comercial, y una operación conjunta altamente eficiente y flexible. Además, contribuye a que Repsol avance en su objetivo de tener una petroquímica más integrada y diversificada, con productos de mayor valor añadido.

El Complejo Industrial de Repsol en Tarragona es el centro petroquímico más importante de España y, entre los muchos tipos de polímeros que allí se producen, destaca la gama de productos altamente especializados para el sector de la automoción, como los polímeros de alta resistencia al impacto. El Complejo Industrial de Puertollano, referente también en la producción de materiales de origen circular, ha anunciado recientemente la construcción de una nueva de planta de reciclado de poliuretanos, y el Complejo Industrial de A Coruña puso en marcha el pasado mes de abril una nueva unidad de propileno grado polímero.

El nuevo proyecto de inversión ha sido diseñado para acompañar los objetivos de Repsol de ser una compañía cero emisiones netas en 2050 y se encuentra alineado con la estrategia del Acuerdo de París. El gobierno portugués ha considerado esta inversión de Potencial Interés Nacional y ha concedido incentivos fiscales por un valor de hasta 63 millones de euros.

Para el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, «esta inversión demuestra el compromiso de Repsol con su complejo industrial en Portugal. La compañía apuesta por un desarrollo industrial que permita la transición energética al tiempo que crea riqueza y empleo de calidad».

Las inversiones en estos proyectos demuestran cómo la descarbonización, abordada desde la neutralidad tecnológica, permitirá garantizar el futuro y la rentabilidad del Complejo Industrial de Repsol en Sines, asegurando sus empleos actuales al tiempo que se crean otros nuevos y se promueve riqueza en el país.

Durante la fase de construcción, se prevé la generación de una media de 550 empleos directos e indirectos, con un máximo de más de 1.000 personas. Una vez en marcha, el aumento neto de personal será de unos 75 puestos directos y unos 300 indirectos. Todos ellos de personal altamente cualificado, demostrando una vez más el compromiso de Repsol por la atracción y retención del talento, así como la generación de empleo de alta calidad.

Un negocio industrial en transformación

El Plan Estratégico 2021-2025 contempla una inversión total de 18.300 millones de euros entre 2021 y 2025 e incluye numerosas acciones para evolucionar su área industrial, que ya se caracteriza por su elevada competitividad y posición de liderazgo en Europa. Este negocio es de gran importancia en la creación de empleo, competitividad y riqueza, y podrá seguir proporcionando a la sociedad los bienes que necesita, con una huella de carbono baja, nula o incluso negativa.

Repsol ya está transformando todos sus complejos industriales en polos multienergéticos, dotándolos de las últimas tecnologías que permiten descarbonizar sus procesos a través de la mejora de la eficiencia energética, el impulso de la economía circular, la producción de hidrógeno renovable y el incremento del uso y captura de CO2.

Repsol produce y comercializa una amplia variedad de productos petroquímicos, entre los que se encuentra una amplia gama de poliolefinas con un elevado grado de diferenciación, todas 100% reciclables. La compañía apuesta por una química eficiente con productos de menor huella de carbono y orientada a la economía circular, contando entre sus objetivos con reciclar en 2030 el equivalente al 20% de su producción de poliolefinas.

Los productos petroquímicos, muy presentes en el día a día de cualquier persona, tienen un papel protagonista en un escenario de menor intensidad de carbono. Además, mejoran la eficiencia energética gracias a sus propiedades, ya que permiten reducir el peso de los materiales, por lo que, por ejemplo, contribuyen a un menor consumo de energía en la movilidad y permiten un mejor aislamiento de hogares y edificios.

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