En el corazón de la Ribera del Duero y en las laderas de Valdeorras, ponemos en práctica la forma más bella de amar un lugar: elaboramos vinos honestos, puros, de elegancia perdurable. En conexión con la tierra y el saber tradicional, respetando el valor del tiempo y buscando la excelencia. Sin dejar de soñar, trabajar y disfrutar de la pasión y el fruto de cultivar la viña.
Todo empezó en Pedrosa de Duero, en 1996, cuando Paco Rodero y Conchita Villa, compañeros de vida y de proyecto, fundan Pago de los Capellanes. Desde muchos años antes, la familia Rodero cultivaba un pago privilegiado llamado Capellanes. Ahí, entre viñas, fue donde Paco y Conchita levantaron la bodega actual. Desde entonces, hace ya más de 25 años, hemos cuidado las cepas de tinta fina para expresar con sus uvas el carácter profundo y atemporal que define nuestros vinos tintos.
En 2014, la búsqueda de nuevos caminos y la atracción por los grandes vinos blancos nos llevaron hasta las laderas de granito y pizarra de Valdeorras. En este laberinto de colinas y valles que dan al río Sil, hallamos viñas de godello pletóricas de carácter. Así nacieron los vinos de O Luar do Sil, esencia de su paisaje de origen, lleno de vida y armonía natural.