El Corte Inglés se convierte en la primera empresa de distribución a la que AENOR audita el plan de control analítico de sus proveedores de marca propia de alimentación.
El Corte Inglés impulsa un novedoso sistema de auditorías de AENOR, entidad líder de certificación en España, para sus proveedores de marca propia de alimentación (El Corte Inglés, Aliada, Special Line, El Corte Inglés Selection y El Club del Gourmet). El objetivo de estas auditorías es verificar que los análisis que realizan los proveedores de El Corte Inglés se ajustan a los parámetros de calidad más exigentes, según las propias especificaciones de la compañía. Un proceso que, además, reforzará la seguridad alimentaria de los productos de marca propia.
Este nuevo programa de control tendrá un alcance inicial en una primera fase que llegará a 256 proveedores de alimentación de marca propia de la compañía, que producen más de 2.300 referencias. El plan prevé, inicialmente, la realización de 274 auditorías (hay proveedores con más de una fábrica que hay que auditar) en 12 meses. En su conjunto, El Corte Inglés cuenta con 363 proveedores de marcas propias de alimentación y gran consumo (el 92% son españoles), que operan en 552 fábricas en las que elaboran más de 3.000 tipos de productos diferentes.
El equipo auditor de AENOR, con amplia experiencia y conocimiento en el sector alimentario, analizará el nivel de implantación del plan analítico de cada proveedor de El Corte Inglés, y verificará, entre otras cuestiones, que sea acorde a la legislación y a los criterios de calidad de la compañía.
Los objetivos de este nuevo plan comprenden diversos aspectos como: reforzar la seguridad alimentaria de los productos de marca propia; verificar todos los controles que estos proveedores realizan sobre sus productos alimenticios; detectar debilidades en los controles y puntos de mejora; lograr un avance continuo y vigilancia de riesgos emergentes; mayor control de los lotes producidos y de materias primas; así como una mayor transparencia y sinergias con estos proveedores. Entre otras ventajas, la compañía obtendrá información analítica adicional de sus productos reforzando la trazabilidad de los mismos.
En la actualidad, los requisitos de la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI) promueven que los proveedores de alimentos se sometan a controles de auditoría estrictos para garantizar la calidad y seguridad del producto. En este sentido, El Corte Inglés exige a sus proveedores de las marcas propias de gran consumo que estén certificados bajo algunos de los siguientes estándares de seguridad alimentaria: BRC (British Retail Consortium), IFS (International Food Standard) o FSSC 22000 (Food Safety System Certification).
Las nuevas auditorías desarrolladas por AENOR complementarán los análisis propios que realiza El Corte Inglés y aportarán a la compañía una amplia información adicional sobre los productos y los controles que se estén llevando a cabo. El procedimiento que actualmente tiene implantado la empresa, y que seguirá vigente, permite evaluar y analizar los alimentos a través de un programa de análisis periódico diseñado por el equipo de marcas propias de gran consumo y ejecutado por su laboratorio de calidad ubicado en Valdemoro (Madrid). Estos tests de laboratorio cumplen objetivos diferentes relacionados con la detección de riesgos microbiológicos o presencia de contaminantes químicos, así como evaluaciones nutricionales y de otros parámetros.
Estas dos evaluaciones (análisis propios y auditoría de AENOR) refuerzan la diligencia debida de supervisión sobre la calidad y seguridad de sus productos, suponiendo un importante avance en esta materia.
Con la implementación de este sistema de auditorías de AENOR, que aboga por la transparencia y colaboración con fabricantes, se hará una revisión anual de las analíticas realizadas por los proveedores y de la trazabilidad de los lotes fabricados para El Corte Inglés.
El Corte Inglés mantiene una estrecha colaboración con sus proveedores de marca propia, con quienes establece una política de confianza, así como en sus procesos para garantizar la seguridad alimentaria. Por este motivo se compartirá la información y la documentación generada en los respectivos procedimientos de autocontrol. Una mecánica que permite a su vez la optimización de los costes asociados al control de calidad y seguridad alimentaria. Todo ello está alineado, además, con los compromisos de la compañía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 3 Salud y Bienestar).