Tomás Galván – copywriter en Dicom Madrid
El mundo de los eventos corporativos se encuentra en constante evolución, pero pocas veces hemos visto una transformación tan acelerada como la que está por llegar en 2025. Impulsados por el desarrollo tecnológico, el compromiso ético-social y la necesidad de crear experiencias personalizadas y auténticas, los eventos se están rediseñando para cautivar, emocionar y, sobre todo, conectar. En este artículo, exploramos las tendencias clave que marcarán el sector durante el próximo año, con ejemplos concretos que nos invitan a soñar con el futuro de la organización de eventos.
1. Personalización total: un viaje hecho a medida
Imagina asistir a un evento donde todo, desde el contenido hasta los detalles más pequeños, está diseñado específicamente para ti. En 2025, esta comenzará a ser la norma. La personalización, potenciada por la inteligencia artificial (IA), permitirá a los organizadores mapear los intereses y preferencias de los asistentes antes de que lleguen al venue.
Por ejemplo, piensa en una conferencia donde las sesiones que aparecen en tu aplicación personal son seleccionadas según tu trayectoria profesional. La cadena hotelera Marriott ya explora esta idea con su app Bonvoy, que sugiere experiencias locales personalizadas para sus huéspedes. Ahora, imagina esta tecnología aplicada a eventos: agendas dinámicas, menús adaptados a las preferencias del consumidor y hasta interacciones en tiempo real que respondan a sus emociones.
Además, la personalización irá más allá del contenido e incluirá en el juego a los propios entornos físicos. Espacios que cambian de color o temperatura según la energía del público serán una realidad, gracias a tecnologías como los entornos sensoriales que crea la compañía canadiense Moment Factory, conocida por transformar ubicaciones mediante iluminación interactiva y música adaptativa.
2. La sostenibilidad como eje central
La sostenibilidad está dejando cada vez más de ser un gesto para convertirse en un compromiso inquebrantable. Los eventos de 2025 se diseñarán con el objetivo de tener el menor impacto medioambiental posible. A saber, escenarios construidos con materiales reciclados, catering de kilómetro cero y cuyo enfoque es íntegramente sostenible, como es el caso de los caterings nacionales Ver Agua y Fondo Supper Club.
Un ejemplo consolidado de esto es uno de los festivales más representativos del Reino Unido, el de Glastonbury, que ha eliminado los plásticos de un solo uso y anima a los asistentes a llevar botellas reutilizables.
El reto no será solo implementar estas prácticas, sino también comunicarlas de manera efectiva, demostrando a los asistentes el impacto positivo de sus acciones y fomentando una cultura de responsabilidad compartida.
3. Tecnología inmersiva: cuando lo virtual y lo real se fusionan
La realidad aumentada (RA) y la realidad virtual (RV) no solo serán herramientas de entretenimiento, sino pilares para la creación de experiencias inmersivas. En 2025, podrás ponerte unas gafas de RA en una exposición y caminar por una fábrica completamente virtual mientras interactúas con productos en desarrollo.
Un ejemplo visionario de esta tendencia es el Infinity Room del artista Refik Anadol, donde los espectadores se ven inmersos en un entorno digital infinito. En el ámbito corporativo, las marcas podrían utilizar espacios similares para presentar lanzamientos de productos, ofreciendo experiencias que mezclen datos y emociones.
Además, los eventos híbridos no serán simples retransmisiones. Los asistentes virtuales podrán ‘caminar’ junto a los presenciales en espacios digitales gemelos, interactuar con ellos y hasta disfrutar de networking en salones virtuales. Herramientas como Spatial.io ya están explorando este territorio y en 2025 serán imprescindibles para conectar audiencias globales.
4. La automatización como aliada silenciosa
La inteligencia artificial será la mano invisible que transformará los eventos, logrando que sean más y más dinámicos. Por ejemplo, con la automatización del registro o mediante asistentes virtuales que respondan preguntas en tiempo real. Pero esto no acaba ahí.
El reconocimiento facial como herramienta de validación que permita el acceso a espacios, un elemento común en películas de ciencia ficción, es ya una realidad prácticamente tangible. Adiós a los controles de acceso tradicionales, dentro de poco este elemento cinematográfico pasará a ser una realidad cotidiana como cualquier otra. De hecho, empresas como Eventbrite ya están utilizando la IA para optimizar la gestión de eventos y, en 2025, esta tecnología será tan común como el WiFi.
5. Microeventos y exclusividad: el valor de lo íntimo
En un mundo hiperconectado y masificado, el público busca experiencias que sean más significativas y menos multitudinarias. Los microeventos, diseñados para grupos reducidos, están a la orden del día. Desde cenas privadas con CEOs hasta presentaciones de producto en entornos exclusivos, estos encuentros ofrecerán interacciones profundas y contenido mucho más relevante.
Un caso inspirador es el programa ‘Dinner with strangers’ de Airbnb, donde pequeños grupos se reúnen en lugares únicos para compartir experiencias. Este enfoque íntimo se trasladará al ámbito corporativo, permitiendo que las empresas construyan relaciones auténticas con sus audiencias clave.
6. Historias que conectan: el poder del storytelling
El hecho de que los eventos que siguen fórmulas extremadamente convencionales ya no funcionan es conocido por todos. El valor de la narrativa, de los conceptos creativos que dan estructura a los eventos, es imprescindible para cautivar a los asistentes. Un hilo conductor que logre vincular cada uno de los elementos que conforman el evento es vital para obtener experiencias de marca memorables y realmente trascendentales. No se trata de salir del paso, sino de lograr que cada activación de marca se convierta en un hito que pasará a formar parte de su identidad, haciendo que esta sea reconocida por todos.
Un ejemplo consolidado que pone de manifiesto esta práctica es la estrategia de storytelling que se lleva a cabo en los eventos educativos de TED, donde no solo se presentan ideas, sino que estas se comparten envueltas en narrativas cautivadoras. En 2025, cualquier evento que no cuente una historia corre el riesgo de ser olvidado.
7. Experiencias multisensoriales: más que ver y escuchar
En un mundo saturado de estímulos audiovisuales donde nos hemos acostumbrado al contenido efímero de entretenimiento (que nos mantiene en constante alerta para el próximo input), los recursos tecnológicos son fundamentales para lograr el efecto ‘wow’ que todo asistente espera experimentar en un evento.
Por esto, el impacto sensorial integral es crucial y contribuye al aspecto memorable de los eventos actuales. Desde texturas que invitan al tacto, música ambiental que se adapta a los diferentes momentos del evento o aromas personalizados que vayan en línea con el concepto creativo son tendencias que se han ido consolidando durante los últimos años hasta convertirse en pilares fundamentales de lo que hoy en día consideramos como eventos de éxito.
Un ejemplo relevante es el festival Lumiere de Londres, donde las instalaciones lumínicas invitan a los espectadores a interactuar con la luz y el sonido. Este enfoque multisensorial será clave para diferenciar los eventos de 2025.
En conclusión, el próximo año veremos cómo los eventos corporativos florecen en un terreno fértil donde la tecnología, la sostenibilidad y la creatividad convergen para ofrecer experiencias auténticas y memorables. Y es que los avances en personalización, la integración de realidades inmersivas y la conexión emocional a través del storytelling son solo el comienzo de un viaje hacia la reinvención del sector. Más allá de las tendencias específicas, lo que realmente define el futuro es la capacidad de los eventos para adaptarse a las expectativas cambiantes de un público cada vez más exigente y conectado. Por lo que todos los esfuerzos deberían estar dirigidos a inspirar, emocionar y transformar. Porque los eventos no son solo encuentros, sino ventanas a mundos por descubrir.