Nando Luaces, nació en Cangas (Vigo) en 1967. Después de experimentar en un grupo punk, se trasladó a Madrid para trabajar en la industria discográfica. En 1993 fundó la distribuidora y sello discográfico BOA, que ha llegado a ser un referente mundial para el hip hop en español. Desde 2011 es fundador y CEO de ALTAFONTE.
Altafonte es una compañía global dedicada a la música y la tecnología. ¿Qué servicios ofrecéis a los artistas para la distribución de su música?
Somos la evolución de una compañía de música, antes conocida como discográfica o record label. Históricamente su misión principal era la publicación de discos y aunque seguimos haciendo pequeñas ediciones de LP’s y Cd’s nuestro negocio es puramente digital. Ofrecemos acuerdos mucho más flexibles y personalizados a los artistas y sellos discográficos que cubran sus necesidades: distribución digital o física, producción de grabaciones y videoclips, creación de contenidos para redes, marketing y promoción, edición musical y gestión de cualquier tipo de derecho, todo ello con una presencia global. Con nuestra herramienta online ABO (Altafonte Back Office) los artistas pueden ver que está pasando con su música a nivel mundial y casi en tiempo real. Imaginemos que una canción tiene 3 millones de plays en 150 países del mundo, reportamos cada clic con todos los detalles incluida la monetización realizada.
¿Cuáles son vuestros valores de marca y cómo trabajáis la marca en los diferentes mercados en los que estáis presentes?
Somos una Music & Tech Global Boutique. Somos expertos en música, altamente tecnológicos, globales y nuestro servicio es boutique. Nuestra marca refleja el cuidado perfeccionista y la calidad de los grandes artesanos, buscamos la calidad por encima de la cantidad. Proponemos un nuevo modelo donde los valores de transparencia, ética y confianza son la base de la relación con nuestros clientes/socios: artistas, sellos discográficos, productores de música, compositores y editores. Ellos son los principales valedores de nuestra marca en todos los mercados. La calidad del servicio que ofrecemos, la cercanía y la alta especialización junto a la flexibilidad y apertura al cambio constante en el que vivimos, son la base de nuestra buena reputación.
¿Cómo trabajáis el employer branding en la compañía?
Solo la alta motivación de las personas del equipo puede lograr un crecimiento elevado y una respuesta ágil y eficaz a los nuevos retos. Estamos creando algo nuevo y diferente en el sector de la música y esto es una co-creación de todas las personas del equipo. Buscamos la máxima motivación y productividad haciéndola compatible con las necesidades personales de cada uno. Por ejemplo, en España teníamos (hasta la pandemia) un comedor orgánico-vegetariano gratuito para todo el equipo, un chef preparaba cada día un menú vegetariano delicioso y equilibrado. Solo paramos 45 minutos para comer, en turnos flexibles y comida súper sana que permite continuar el trabajo sin pesadez, con salud y terminar antes la jornada laboral.
Tratamos de tener siempre canales de comunicación abiertos y receptivos. Somos una empresa colaborativa, donde no fomentamos la competencia, sino la ayuda mutua de todos los equipos. Nos gusta compartir el conocimiento y cuando un proceso o una acción funciona en un territorio, lo ofrecemos y explicamos para el beneficio de todos. Todos en Altafonte tienen voz y saben que pueden hablar y ser escuchados.
Nuestros principios sobre innovación se dirigen no solo a los productos o servicios sino también a las personas y como nos organizamos, hay un gran espacio para mejorar. Tenemos programas de formación continua a los que accede el 100% del equipo de trabajo En estos tiempo de trabajo remoto, hemos destinado un presupuesto para que todo el mundo disponga en su casa de un buen equipo que incluye silla profesional, monitores y equipos. Hemos aumentado la productividad y la satisfacción de todos. Creemos que las cosas nunca volverán ser como antes.
La internacionalización es un factor clave para Altafonte. Actualmente tenéis presencia en 10 países y Latinoamérica es un mercado muy importante para vosotros. ¿Cuáles son vuestros proyectos de expansión de cara al futuro?
Nuestros clientes son globales, recibimos ingresos de mas de 160 países. Nuestras audiencias están en cualquier lugar del mundo, no hay fronteras. Abrimos oficinas locales para dar un mejor servicio a nuestros proveedores de contenidos y trabajar con la mejor música de cada país. Somos especialistas en música latina de cualquier género o estilo. Estados Unidos se ha convertido en el mercado de música latina más grande del mundo. Nuestro objetivo es ser el líder del mercado independiente latino en Estados Unidos, como ya lo somos en otros países. La música latina se ha expandido considerablemente por todo el mundo a través de las redes sociales, que son nuestro canal natural para difundir y promocionar nuestros contenidos.
Trabajamos también con artistas y productores de música en países no latinos y es muy excitante ver como nuestra marca empieza a tener un lugar destacado en el mundo. Recientemente hemos cerrado un acuerdo con uno de los productores de música hip hop más importantes en India, quizás pronto tengamos una oficina en Mumbay. Aunque nuestros planes inmediatos son reforzar nuestra presencia en Latinoamérica, crecer en Estados Unidos y continuar nuestra expansión en Europa.
La crisis actual ha acelerado los procesos de digitalización, pero a su vez, la industria de la música ha sufrido mucho. Para una empresa como Altafonte, ¿qué impacto ha tenido la COVID-19 en el negocio?
Todas las industrias han experimentado un cambio profundo con Internet, la industria del entretenimiento y los medios de comunicación aún mayor. La música fue el primer sector que sufrió los cambios de la digitalización y la piratería, en aquellos primeros años nos acusaron de falta de adaptación a los avances tecnológicos. Vemos ahora como el cine, la radio, la TV abierta, los periódicos, la edición de libro y la publicidad convencional, están viviendo una crisis profunda y transformadora. La música fue la primera afectada y ha sido la primera en superar la crisis, ahora somos digitales, globales y un sector creciendo con fuerza en el mundo, un buen ejemplo de lo que pasará en otros sectores.
La COVID-19 ha tenido un efecto positivo y negativo en nuestro sector: el efecto positivo es que hay un gran aumento del consumo digital de música y han aumentado los consumidores digitales, los efectos negativos son la devaluación de las monedas en América Latina, la caída brusca de la recaudación de los derechos de propiedad intelectual de la música y especialmente la falta de festivales y conciertos para los artistas.
¿Cuáles consideráis que son las claves para la recuperación de vuestro sector?
Ya estamos en una nueva era digital donde el negocio de la música ha resurgido de las cenizas del pasado reciente, esto el muy motivador. Nuestro sector tiene por delante unos cuantos años de elevado crecimiento pero no debemos olvidar que los cambios tecnológicos bruscos pueden cambiarlo todo repentinamente, en mi opinión, la clave es pensar en las necesidades de las personas, el uso eficiente de la tecnología y ser rápidos para adaptarnos a cualquier cambio que aún desconocemos.