Marta Marañón es la directora de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción. Forma parte del equipo directivo de Ayuda en Acción desde 2011, donde ejerce el cargo mencionado y las Alianzas Estratégicas con el sector privado. Es también una de las principales portavoces de la organización. Actualmente es vocal en las juntas directivas de Forética y la Asociación Española de Fundaciones. Geógrafa de formación y especializada en evaluación de programas y políticas públicas, Marta Marañón formó parte del equipo directivo de la fundación DARA Internacional entre 2003 y 2009 para después crear su propia firma de consultoría especializada en evaluación y seguimiento de intervenciones de cooperación al desarrollo y acción humanitaria.

¿Cómo definiríais Ayuda en Acción y cuáles son los valores distintivos de vuestra organización?

Ayuda en Acción es una organización española sin ánimo de lucro e independiente que fue fundada en 1981 con el fin de contribuir a reducir la pobreza, las desigualdades y la exclusión social en el mundo. A día de hoy estamos presentes en más de 20 países principalmente de América Latina y África, así como en España y Portugal. Nuestros valores distintivos son: el compromiso con los derechos humanos y la dignidad de las personas; la independencia de todo grupo político, creencia religiosa o interés económico; la transparencia con la que rendimos cuentas antes las personas e instituciones con las que colaboramos; y las alianzas como fruto de un esfuerzo colectivo para conseguir un desarrollo sostenible que ponga el centro en las personas.

¿Qué diferencias existen en la gestión de marca e identidad entre una ONG y otros sectores?

Coincidiendo con nuestro 40 aniversario, en 2021 renovamos nuestra imagen de marca. Nuestro isotipo pasó de la icónica mano a convertirse en una huella que simboliza la impronta que dejan tanto Ayuda en Acción como sus colaboradores (personas, empresas y fundaciones corporativas, administración pública, organismos internacionales y multilaterales) en el mundo. Tenemos un manual de imagen corporativa pero nuestro valor diferencial es ético, pues nuestra marca no se puede asociar con otras marcas que incumplen nuestro código ético. Contamos también con un comité de riesgos y una política de gestión con el sector privado. Para Ayuda en Acción es fundamental que nuestra marca represente todos nuestros valores.  

Estáis presentes en más de 20 países, ¿cómo implantáis la marca en cada uno de vuestros proyectos en el exterior?

Implantamos la marca aplicando nuestro manual de imagen corporativa, tanto en la web como en el resto de canales y documentos de formulación y rendición de cuentas que se generen. La producción de materiales de comunicación se produce localmente en los países donde operamos, pero la validación de cumplimento con el manual de imagen corporativa se lleva desde la sede central en Madrid. Nuestros responsables de Marketing y Comunicación velan por el buen uso de la marca.

Sois parte de la 9ª promoción de Embajadores Honorarios de la Marca España, en la categoría de Ayuda Social. ¿Qué significa para Ayuda en Acción haber obtenido este reconocimiento en el pasado año 2021?

El reconocimiento coincidió con nuestro 40 aniversario y nos llenó de orgullo e ilusión, pero también de sentido del deber y de responsabilidad para seguir trabajando dentro y fuera de España lo mejor posible y para buscar siempre la excelencia en lo que hacemos y en el cómo lo hacemos con el fin de lograr un impacto social positivo que deje huella.  

Sin duda, desde vuestra ONG contribuís a fortalecer la imagen de España en el exterior. ¿Cuáles son los países en los que habéis tenido mayor impacto y por qué?

Sin duda alguna, la región en la que hemos tenido más impacto ha sido América Latina, que, además, es la más desigual del mundo. Allí tenemos proyectos y oficinas en 11 países. Es también la región en la que más hemos invertido. En países como Ecuador o Perú estamos presentes desde hace más de 35 años. El enfoque de medio y largo plazo de nuestros proyectos nos ha permitido promover cambios en las condiciones de vida de las personas que han sido reconocidos y valorados a nivel local y nacional en todos los países en los que tenemos presencia, identificándonos siempre como parte de la cooperación española.

Actualmente, y con el apoyo de la Unión Europea, la cooperación suiza y bancos de desarrollo, el país en el que tenemos el programa más relevante y de mayor inversión es Honduras. En África tenemos programas muy relevantes en Mozambique  y Etiopía, siendo socio relevante de la Cooperación Española desde hace más de 10 años, y contando con el apoyo de la Fundación La Caixa y agencias de Naciones Unidas, entre otros.

Lleváis más de 40 años luchando contra la pobreza y la desigualdad en el mundo. ¿Cuáles son los mayores retos a los que os enfrentáis en la actualidad?

La pandemia ha acentuado todas las brechas sociales (de pobreza, de desigualdad, de género, etc.) que existían previamente y ha hecho que afloren otras como la brecha digital. El Banco Mundial reconoció que se había retrocedido veinte años según lo mostraban los indicadores de desarrollo humano y económico. Nos tuvimos que enfocar en la asistencia humanitaria para cubrir las necesidades más básicas, aunque sin dejar de lado nuestro trabajo de desarrollo que se centra en la educación y en las oportunidades económicas y de empleo para los jóvenes.

En los países donde estamos presentes existen retos comunes, debido al carácter global de los mismos, como la creciente movilidad humana, los efectos del cambio climático, la desigualdad de género o la polarización e inestabilidad política y social. Son retos que abordamos junto a los actores locales y nacionales aportando esa visión global como organización internacional.

En estos momentos, la guerra de Ucrania supone un desafío geopolítico que puede tener unas consecuencias gravísimas sociales y económicas a nivel mundial. Formamos parte de Alliance 2015, una red europea de ocho ONG y hemos hecho un llamamiento a la comunidad internacional con el fin de que se puedan crear corredores humanitarios para que la ayuda llegue y para poder evacuar a la población civil. Estamos canalizando la solidaridad que recibimos de la sociedad civil, tanto de la ciudadanía como de empresas y fundaciones corporativas, a través de nuestros socios de Alliance 2015 que están presentes en Ucrania y en los países fronterizos desde que se inició el conflicto en 2014: ACTED y  People in Need. (PIN). En Leópolis, a través de PIN tenemos una oficina para coordinar la respuesta humanitaria con más de 70 ONG locales.

Hemos priorizado la seguridad alimentaria, el acceso a agua y saneamiento, el cobijo y la atención psicosocial de la población más vulnerable, tanto de las personas desplazadas internamente como de las refugiadas que llegan a Polonia, Eslovaquia, Rumanía o Moldavia. En España nos estamos coordinando con CEAR, Comité Español de Ayuda al Refugiado. Es fundamental que exista coordinación con la administración pública y con los actores humanitarios que están especializados para que la respuesta sea lo más eficaz y eficiente posible y también para evitar riesgos como el tráfico humano, la explotación sexual, la violencia de género, el abuso y la violencia contra la infancia, el estrés psicológico y el trauma.