Mabel Klimt es abogada y especialista en asesoramiento legal para proyectos culturales y de entretenimiento. Es socia directora de ELZABURU, desde donde ha trabajado con múltiples productoras y ha participado en una gran variedad de proyectos, lo que le ha convertido en una pieza clave dentro de la producción cinematográfica y audiovisual. También es miembro de la Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de España y ha sido secretaria general de FAPAE, así como secretaria de Aribsan. En la actualidad es presidenta de la Asociación de Derecho del Entretenimiento (DENAE) y secretaria de AECine, PATE y ALIA.
ELZABURU ha estrenado su nueva sede en la Torre de Cristal, en el área de las Cuatro Torres de Madrid, un espacio moderno y colaborativo que albergará a 150 profesionales. ¿Qué implica este cambio para la compañía y cómo impacta en la percepción de la marca?
Este ha sido un paso muy trascendental para la firma, puesto que, más allá de la mudanza, que ya es un cambio muy grande por sí mismo, el traslado es parte de un plan mucho más ambicioso que afecta a nuestra cultura empresarial. Queremos llevar a la firma al siguiente nivel, lo que, sin ninguna duda, va a afectar a la percepción de nuestra marca por parte de nuestros clientes, nuestros partners y, por qué no, de la sociedad en general.
Este nuevo espacio supone una evolución para los profesionales de la firma, tanto a nivel tecnológico como de gestión, lo cual evidencia la importancia que tienen las personas para la compañía. ¿Cómo trabajáis el employer branding y cómo lo incorporáis a vuestra marca?
Para nuestra firma cada trabajador es un tesoro. Realizamos un proceso de selección y formación muy minucioso de nuestros profesionales y apostamos por un modelo con muy baja rotación de personal. Queremos que las personas estén a gusto para que disfruten de un proyecto profesional en el que puedan desarrollar todo su potencial.
En este contexto, nuestra marca tiene un gran valor a la hora de captar nuevos talentos, un valor que reforzamos con diversas actividades que organizamos para nuestros equipos. Algunos ejemplos son el branding del material que integra nuestro pack de bienvenida a la firma o la programación de actividades de team building, que van desde lo más clásico, como puede ser nuestra Convención Anual o la campaña conjunta para la recolección de alimentos con fines sociales en Navidad, hasta lo más novedoso, como nuestro Club de Vida Saludable, que incluye club de la caminata, fisioterapeuta in-office o healthy snacks de fruta a media mañana.
Vivimos en una sociedad en permanente cambio. La adaptación a las nuevas tecnologías y procesos es, entre muchas otras, una de las herramientas que permite a las empresas seguir este ritmo y ELZABURU así lo ha hecho desde hace varios años. ¿Qué nuevos retos queréis asumir ahora como parte de vuestro proceso de transformación digital?
En ELZABURU el proceso de transformación digital se abordó hace ya más de una década con el lanzamiento del expediente digital. La pandemia demostró que estábamos en la buena senda cuando, sometidos a la urgencia de la situación, fuimos capaces de activar el trabajo en remoto a pleno rendimiento de todo el personal en menos de 24 horas. El siguiente objetivo es una oficina plenamente sin papel. Y en ello estamos.
En relación con la Propiedad Industrial e Intelectual, ¿cuáles consideráis que son los mayores retos a los que nos enfrentamos actualmente?
La gestión de la Propiedad Industrial e Intelectual -la gestión de intangibles en general- va a ser una pieza clave en la economía del futuro. Y, si bien este ha sido nuestro mundo y nuestro mercado desde siempre, el nuevo reto es no solo estar a la altura de las necesidades de nuestros clientes, sino estar prácticamente a la vanguardia para poder integrarnos en sus equipos como uno más y acompañarlos en el desarrollo de sus estrategias de creación de valor.
Hoy en día tenéis una gran presencia mundial. ¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis en el futuro próximo en el ámbito de la internacionalización?
ELZABURU tiene presencia en todos los registros nacionales e internacionales, directamente o bien a través de su red de corresponsales, en todos los países del mundo. Más del 65% de nuestra facturación proviene del exterior.
Esta red global de colaboradores en todo el mundo está constituida por los profesionales más acreditados de cada país. A través de dicha red nos encargamos de asesorar a nuestros clientes en las particularidades legales de cada cuestión que se nos plantea, sin descuidar las prácticas locales.
Además, tenemos personal desplazado en China, dada la importancia que este mercado está ganando y que va a ganar en el futuro cercano.
Los retos más importantes a los que nos enfrentamos son siempre nuevos, pero son también los de siempre. Afrontar los cambios normativos y reducir su impacto, reforzar nuestras redes de trabajo y crecer, siempre crecer.