Jesús Navarro Navarro es el presidente y consejero delegado de Jesús Navarro (Carmencita) desde 1990 y 2012, respectivamente. Es licenciado en Ciencias Físicas, con especialidad en Física Teórica por la Universidad de Valencia, y es catedrático de Física y Química en excedencia. Además, es MBA en alta dirección de empresa por Fundesem (Alicante).
¿Cuáles son los valores fundamentales de Carmencita y cómo influyen en la percepción de la marca?
En Jesús Navarro siempre hemos estado convencidos de que el futuro de la empresa está en la gestión de intangibles como la marca, la reputación y la responsabilidad social.
Además del culto a estos intangibles, creemos que hemos actuado siempre con honestidad, imaginación y principios éticos con todos los grupos de interés alrededor de la empresa, tanto con el cliente, como con el trabajador, el proveedor y la sociedad.
100 años extremando la calidad es el principal valor de nuestra marca.
Por otra parte, esta empresa nació dentro de una familia y durante los primeros años el número de mujeres fue mayoritario en la misma. De ahí que aún hoy, 100 años después, la unión familiar entre todos los componentes de la empresa sea muy importante, siendo muy sensibles a los temas de igualdad disponiendo de Plan de Igualdad desde 2010.
¿Qué importancia tiene la marca en la estrategia de la compañía y qué papel juega en el proceso de internacionalización?
El abuelo fue un visionario porque se dio cuenta de que “si no eres una marca, serás una mercancía” y esto para nosotros ha sido muy importante en los 100 años que llevamos, ya que las marcas están hechas de historias y no de productos o servicios.
Los productos se crean en las fábricas y las marcas en el corazón. A veces pensamos que somos unos románticos y nuestro negocio consiste en vender nostalgias envasadas, como son los aromas de los guisos de tu madre, de tu infancia, que aún hoy huelen a recuerdos del pasado. El olor, el sabor y la memoria se unen en Carmencita.
Nosotros somos pretenciosos y decimos que tenemos que ser líderes del sabor en España y líderes del sabor español en el mundo, de ahí que internacionalmente apostamos por los productos típicamente españoles, como el azafrán, pimentón y productos para la paella.
¿Qué ha hecho la empresa para mantener su esencia a lo largo de 100 años de historia y seguir siendo un referente en el sector?
Jesús Navarro es una empresa familiar, con unos 100 años de vivencias, en la que ligamos el nombre del fundador, el abuelo, al de la compañía, y que además nuestra marca, CARMENCITA, es el nombre de mi madre. Ha hecho falta mucho tiempo y mucha paciencia para que Carmencita sea ahora mucho más que un nombre propio.
Carmencita es una historia de sabores, de aromas y por ello nos dedicamos a la selección de las especias por todo el mundo, ya sea en Indonesia, Vietnam, Sri Lanka o Perú…, a la mezcla, molienda y envasado de las mismas en distintos formatos, intentando crear una cadena agroalimentaria sostenible desde las MMPP hasta el consumidor.
Nosotros siempre decimos que no vendemos especias, sino que garantizamos las especias, por esa honestidad de la que hablaba antes.
¿Cuáles son los puntos fuertes del Carmencita frente a sus competidores?
Carmencita representa el sabor tradicional de la cocina, pero también es ya la imagen de la nueva gastronomía.
Por ello la innovación es fundamental en Carmencita, ya que hoy el consumidor está muy informado y es muy exigente por lo que hay que buscar soluciones para sus necesidades.
En Carmencita tenemos un departamento de Calidad e I+D formado por 12 personas, lo que nos permite, por un lado, garantizar los productos todos los días y, por otro, desarrollar productos cada día más saludables.
Hoy el consumidor es muy sensible al precio, a todo lo que rodea la salud y al medio ambiente, por lo que continuamente estamos buscando productos más saludables, sin colorantes y aditivos y libres de alérgenos además de productos que faciliten la vida de nuestros clientes con lo que llamamos ayudas culinarias, que son soluciones que aportan valor al consumidor, como son rapidez, facilidad y complicidad.
En definitiva, intentamos mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de la alimentación.
En este sentido y en colaboración con la Universidad de Alicante hemos creado la Cátedra Carmencita de Estudios del Sabor Gastronómico para poder garantizar estos objetivos en colaboración con la Universidad.
¿Qué mercados tienen actualmente mayor peso en el negocio global de Carmencita y cuáles son los mercados de futuro?
Lógicamente el mercado con mayor peso sigue siendo España donde lideramos el sector de las especias con una cuota en volumen superior al 60% y seguimos creciendo en ese mercado con nuevos productos y nuevos envases.
En cuanto a los mercados exteriores, desde siempre hemos apostado por los países hispanos y los países árabes. Esa niña con el sombrero cordobés y el rizo sobre la frente es la imagen de las especias españolas y en los mercados hispanos Carmencita, cuenta historias que son percibidas. Dentro de estos, México, Brasil, Chile y USA son nuestros principales clientes.
A los países árabes no podíamos ir con nuestra marca Carmencita, ya que el logo era la cara de una mujer, por lo que desarrollamos la marca “Al Diafa” enmarcada en un logo como el de Carmencita y nuestro principal mercado es el de Arabia Saudita.
¿A qué retos y oportunidades se enfrenta la empresa tanto en España como en el exterior?
La globalización nos ha abierto las puertas de todos los mercados, tanto para la venta como para la compra.
Como decía antes, estamos seleccionando las especias por todo el mundo creando una cadena sostenible desde el agricultor hasta el consumidor, lo que nos permite garantizar todas las especias con máxima frescura y libres de alérgenos y pesticidas.
Esto supone un reto, ya que hemos tenido que ampliar nuestros departamentos de compras y de calidad, al mismo tiempo que una oportunidad para diferenciarnos de los demás.
Por otro lado, estamos trabajando en un Proyecto Salud para reducir la sal, el azúcar de nuestros productos al tiempo de eliminar todos los colorantes artificiales y aditivos, garantizando que nuestros productos están libres de alérgenos y pesticidas.
Liderando el mercado del hogar, nos queda un reto importante que es el food service y estamos activando un plan dirigido a los profesionales de la restauración, que curiosamente tienen Carmencita en sus casas, pero no en sus cocinas profesionales.
Y a través de la Cátedra Carmencita estamos trabajando con los jóvenes que liderarán la gastronomía española en un futuro próximo.