Enrique Chueca es CEO de Bodegas Aragonesas. Es licenciado en ciencias económicas y empresariales por la universidad de Zaragoza. Inició su experiencia laboral como asesor fiscal, pasando a ser socio de la misma. Desde el año 1985 se ha dedicado completamente al mundo del vino, siendo CEO del grupo de Bodegas Aragonesas hasta la actualidad.
2024 es el año de celebración del 40º aniversario de Bodegas Aragonesas, compañía con sede en Aragón dedicada a la producción de vinos, en especial de garnacha. ¿Cuáles son los principales hitos de vuestra trayectoria?
Desde nuestra fundación nos propusimos ser una bodega proactiva y nos planteamos como objetivo fundamental modernizar el sector del vino aragonés.
Empezamos con un proyecto de reestructuración de viñedo que afecto a 525 hectáreas, en el año 1986, siendo el primero de Europa.
Al inicio de los años 90 trazamos en colaboración con el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) un plan para dinamizar el sector del vino aragonés, que propicio la modificación de la estructura empresarial del sector del vino de nuestra zona.
Nuestro mayor orgullo es haber convencido al mundo de que la garnacha es una variedad de altísima calidad. En la década de los 80 empezamos a elaborar vinos con la variedad garnacha buscando la excelencia. Cabe recordar que en aquella época los vinos de garnacha estaban muy denostados por el consumidor y también por el sector. Sin embargo, nosotros con constancia demostramos al mundo que con esta variedad se podían elaborar vinos que competían en calidad con las más afamadas, fuimos pioneros en este aspecto y tanto es así que en el año 1994 lanzamos un vino reserva monovarietal de garnacha. Un atrevimiento por nuestra parte, siendo este, muy bien acogido en el mercado.
Con posterioridad lanzamos dos vinos que son un referente en el mundo actualmente. En el año 1998 lanzamos Garnacha Centenaria y con añada 2000 lanzamos Fagus.
Recientemente hemos lanzado dos vinos también de garnacha con tonos de fruta fresca, más delicados y sutiles con marca Nabulé.
¿Cuáles son los valores de vuestra marca corporativa y cómo los trasladáis a toda vuestra cartera de productos y experiencias?
Nuestros principales valores son la pasión con la que trabajamos todos los días, no sólo para satisfacer a nuestros clientes, sino a nosotros mismos.
Nos gusta ser auténticos y genuinos en todo lo que hacemos y por supuesto transmitir confianza a todas aquellas personas que se relacionan con nuestra bodega.
Todo basado en una ética incuestionable. En definitiva, nos encanta nuestra profesión lo que nos permite transmitir a todos los que nos rodean un entusiasmo único por el vino haciéndoles partícipes de nuestras experiencias y dejándoles claro que nunca les vamos a defraudar, que pueden confiar en nosotros siempre.
A lo largo de estos 40 años habéis conseguido llevar vuestros vinos a más de 60 países de los cinco continentes. ¿Cuáles consideráis que son las claves para gestionar exitosamente la salida al exterior de vuestras marcas?
Sin dudarlo, diferenciación y mucho trabajo. Desde nuestros inicios empezamos a comercializar vinos monovarietales de garnacha de alta calidad, prácticamente éramos la única bodega en el mundo que lo hacía.
Esta diferenciación nos posibilitó demostrar a muchos importadores que era muy interesante incorporar, a su portfolio, nuevas referencias que no tenían, en este caso nuestros vinos de garnacha y poco a poco fuimos tejiendo una tela de araña en todo el mundo, que a fecha de hoy nos permite estar presentes e más de 60 países con 150 importadores.
¿Cuáles son los mercados más importantes en la actualidad para la compañía y por qué?
Nuestros mercados más importantes son Inglaterra, en el que trabajamos muy bien el mercado de la gran distribución. Por otro lado, Estados Unidos, en el que estamos muy presentes en tiendas especializadas, y China con una buena introducción en tiendas gourmet.
En el último trimestre de 2023 presentasteis ‘Nabulé Esencia’, el más reciente producto de Bodegas Aragonesas que supone la culminación del proyecto ‘Terroir’ en el que vuestros enólogos trabajan desde 2016. ¿Cuál es el valor diferencial de este vino y qué supone este hito para la compañía?
Estamos muy orgullosos de nuestro proyecto ‘Terroir’. Es un antes y un después no sólo para Bodegas Aragonesas, sino para el sector. Con este proyecto hemos conseguido identificar una serie de parcelas de garnacha que nos permiten elaborar un vino con unas características diferentes y que se adaptan mejor a los tiempos que vienen. Son vinos con un perfil aromático mucho más fresco, más sutil y elegante que lógicamente se van a adaptar mucho mejor a las altas temperaturas que nos acompañaran el futuro.
Dentro de este proyecto hemos lanzado dos vinos, el ultimo es Nabulé Esencia, un vino monovarietal de garnacha que hemos elaborado mediante técnicas tradicionales y que ha permanecido en barrica de 500 litros durante 16 meses. Es un vino que puede maridar con cualquier tipo de comida y que es perfecto para tomar en cualquier lugar y en cualquier momento.
¿Qué impacto tiene la imagen de la Marca España en vuestra estrategia de internacionalización?
España es un país con una consideración muy favorable en todos los países del mundo. En general está considerado como un país en el que la gente es muy amable, con un clima especialmente bueno, en el que se come y se bebe muy bien.
Prueba de ello son los más de 80 millones de turistas que recibirnos cada año y que estamos seguros de que aumentará en el futuro.
Abundando en este criterio nosotros siempre destacamos en nuestros vinos el eslogan ‘product of Spain’. El vino, a su vez, es muy buen embajador de la Marca España en el mercado mundial, ya que en el etiquetado de los vinos siempre aparece en lugar destacado la Marca España.
Estamos convencidos que la Marca España va a ser en el futuro una de las más importantes en el mundo, puesto que los productores españoles cada vez estamos más volcados a la exportación y para los turistas somos cada vez un país más atractivo.
¿A qué retos se enfrenta la empresa de cara al futuro próximo?
Estamos en un momento que el futuro es muy incierto, los avances tecnológicos, la inestabilidad geopolítica provocan tanta incertidumbre que es muy difícil vaticinar que pasará en el corto plazo y por supuesto mucho más en el largo plazo.
Aun teniendo en cuenta toda esta situación de incertidumbre, nuestro reto más importante es mantener nuestra inquietud, permanente, para seguir siendo una de las bodegas más relevantes en el mundo en la investigación de la variedad garnacha. Estamos convencidos que podemos lanzar al mercado muchas versiones de vinos, con esta variedad, que pueden sorprender y atraer al consumidor.