Beatriz Moro es presidenta de Bodega Win Sin Alcohol, una destacada bodega sin alcohol ubicada en Valbuena de Duero y reconocida a nivel mundial. Su trayectoria profesional se ha visto influenciada por su cercanía desde temprana edad con su padre, Carlos Moro, presidente de Bodegas Familiares Matarromera, a quien Beatriz describe como una figura fundamental en su desarrollo. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad CEU San Pablo de Madrid, Beatriz también cursó estudios en la Suffolk University de Boston, Estados Unidos. Su carrera profesional la llevó a desempeñarse en importantes roles en comunicación en empresas como TBWA, donde ejerció como directora de Arte en ciudades como Madrid y Berlín. Tras años de experiencia internacional, Beatriz decidió regresar al mundo vinícola, colaborando estrechamente con su padre y el equipo de Bodegas Familiares Matarromera, involucrándose en proyectos de comunicación y comerciales de Win, la bodega sin alcohol que ahora lidera. Además de su trabajo en el ámbito vinícola, Beatriz ha dedicado 13 años a proyectos enfocados en la promoción de la salud física y mental en Estados Unidos y Reino Unido.
Bodega Win es conocida por ser pionera de los vinos sin alcohol. ¿Cuál es la historia de la marca y cuáles son sus valores?
Detrás de grandes ideas siempre hay grandes personas. Mi padre ha sido y sigue siendo un emprendedor y un visionario. Tiene esa capacidad de ver más allá del momento actual. Si juntas esas dos capacidades con su conocimiento, pasión y saber hacer, resultan ideas tan revolucionarias como el decidir hacer vino sin alcohol hace casi 20 años. El vino sin alcohol responde a una necesidad social y a un cambio de preferencias. Cuando tomé las riendas del proyecto para desarrollarlo me lancé a la aventura con todo el equipo. El comienzo fue un gran reto, era un producto que no existía, que además la gente desconocía, con una elaboración altamente compleja y, además, sin regulación. Sin embargo, el trayecto ha sido muy emocionante con una gran recompensa. Es apasionante hacer un producto tan saludable y que gusta tanto.
Los valores siempre han salido de dentro. Empezamos por la calidad y la salud ya que controlamos todo el proceso, con experiencia y know-how. Win ofrece un vino liberado de alcohol a un precio estupendo y elaborado con las mejores uvas de Bodegas Familiares Matarromera. Marca además un estilo de vida aspiracional que se identifica con la salud, el deporte, la inclusión en diversas ocasiones sin perder tus objetivos prioritarios de cuidarte. Además, fomentamos prácticas enológicas honestas, respetando producto, la tierra y sus gentes. No nos olvidamos de la diversión y el entretenimiento y Win brinda experiencias divertidas y emocionantes para los consumidores en cualquier ocasión, sea con amigos, disfrutando de una buena comida o de cualquier ocasión social ofreciendo una opción a los que aman el vino, pero sin alcohol. Puede ser consumido por todos a cualquier hora del día. Además, es auténtico, por que Win se basa en una historia, tradición enológica y una herencia auténtica. Win es pura inspiración que incluye y te ayuda a alcanzar tus objetivos saludables.
Este año vuestros vinos Win Espumoso Rosé y Win Espumoso Verdejo fueron premiados en el concurso Cinve. ¿Qué significa este reconocimiento para la compañía?
Nos gusta ver que el trabajo de tantos años tiene recompensa, pero lo mejor fue que compitió con vinos espumosos con alcohol. Hemos visto que el vino sin alcohol es un producto totalmente rompedor y revolucionario que responde a una necesidad social y a un cambio de preferencias. Es importante contar con el reconocimiento de concursos, pero siempre el mejor reconocimiento es la satisfacción de nuestros clientes. El poder aportar valor a esta sociedad de una forma saludable. El dar la bienvenida al mundo del vino a todas aquellas personas que no quieren o no pueden consumir alcohol.
La diferenciación a través de la innovación ha sido una de las claves para el posicionamiento de la bodega. ¿Qué papel juega la I+D+i en la empresa?
Para poder llegar al nacimiento de Win hubo muchos pasos previos. En 2003 se empezó a fraguar el concepto de crear un vino sin alcohol en nuestro departamento de I+D+i y en el 2008 lanzamos nuestros primeros vinos bajos en alcohol. Como esta categoría no existía en Europa, mi padre tuvo que ir a Bruselas a luchar por ello y con éxito se creó una nueva categoría Nielsen. Posteriormente, en el 2010 se creó la Bodega Win Sin Alcohol y vio la luz nuestro vino con menos de 0,5% de alcohol. Toda una revolución que nos llevó a patentar el proceso de desalcoholización por el que tanto habíamos luchado en el año 2014.
El papel de la innovación es esencial en todos los procesos desde la tierra a la copa. En primer lugar, en Win seleccionamos de nuestras fincas las que responden a variedades y racimos con mayor contenido en aromas y menor grado alcohólico. Conocemos la tierra como la palma de nuestra mano y la cuidamos con mimo y esmero. El segundo paso es elaborar el mejor vino posible en manos de nuestro equipo de enólogos y bodegueros, y el tercer paso es la extracción del alcohol del vino. El proceso es muy complejo y requiere mucho know-how, pero al mismo tiempo es un proceso físico y artesanal que se hace en pequeñas tandas. Contamos en Bodega Win con una columna de conos rotatorios que giran a gran velocidad y que son capaces de separar los componentes del vino de una forma cuidadosa y sobre todo respetuosa, para no perder el alma del vino. Por último, pero muy importante es la reconstrucción organoléptica, donde recomponemos dichos componentes, pero sin alcohol y manteniendo los aromas y sabores del vino que se ha desalcoholizado.
¿Qué acciones de comunicación estáis llevando a cabo actualmente para dar a conocer aún más vuestros vinos? ¿Qué grupos de interés están siendo fundamentales para estas acciones?
El vino sin alcohol causa muchísimo interés, y además es tendencia absoluta en muchos mercados incluido el nacional. Los grandes restaurantes, por ejemplo, ‘Disfrutar’ en Barcelona o ‘Kabuki’ en Madrid ya han incorporado a sus cartas alternativas sin alcohol para maridar sus menús o para servir por copas. De esta forma ofrecen una alternativa para que sus clientes puedan disfrutar de la experiencia sensorial del maridaje. Nosotros apoyamos a nuestros clientes de todas las formas posibles para que cada vez más personas puedan conocer y disfrutar los vinos sin alcohol.
Nuestras acciones de comunicación van desde catas a eventos en diferentes mercados internacionales y nacionales. También ofrecemos ponencias en foros de innovación o difusión en nuestras redes sociales. No paramos. Vivimos en una sociedad en la que queremos celebrar, ser parte del brindis, correr por la tarde una maratón o trabajar y encima volver a casa en coche. ¡Lo queremos todo! Y por eso decimos que Win es una necesidad social, porque ha venido a ofrecer una alternativa saludable a todas esas personas que quieren disfrutar, cuidarse y vivir el hoy y el mañana plenamente.
¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis de cara al futuro próximo?
En estos 20 años de trayectoria con nuestros vinos sin alcohol hemos tenido que superar innumerables retos, pero gracias a ellos estamos donde queremos estar hoy. Ha habido un punto de inflexión importante en la mente de los consumidores desde finales del año pasado y vislumbro un futuro muy bonito y prometedor, aunque por supuesto no exento de retos. Uno de los objetivos de cara a este futuro próximo es darnos más a conocer al consumidor final, porque una vez que ellos prueban Win se quedan totalmente sorprendidos y lo ven como una buenísima opción para ser parte del brindis. También tendremos que ir abriéndonos a nuevos mercados que ven el potencial del vino sin alcohol y por supuesto, siempre, seguir mejorando, seguir investigando, seguir persiguiendo el ofrecer a nuestros clientes la máxima calidad, el mayor disfrute y la mejor experiencia al tomarlo.
¿En qué mercados están presentes los vinos sin alcohol de Bodega Win? ¿Tiene la Marca España algún impacto en el reconocimiento de la marca en los mercados internacionales?
Nuestros vinos sin alcohol ya están en más de 30 países, por destacar Estados Unidos, Canadá, Bélgica y España. En cuando a información más general del mercado de IWRS te puedo decir que la categoría de vinos y bebidas sin alcohol o de baja graduación alcanzó los 11.000 millones de dólares en el 2022 y suponen un CAGR (2022-2026) del 7%, con Japón y Brasil tirando de ese número, aunque aún con volúmenes. Por supuesto, en todo lo que hacemos llevamos la Marca España, sin lugar a duda.