Ángel Jubete es director gerente de Virginias. Al finalizar sus estudios de Périto Mercantil tuvo distintos trabajos hasta encontrar un sector en el que encaja a la perfección, el de la jardinería y productos asociados. Su espíritu comercial le lleva a formar parte del departamento comercial de Asocoa, en 1981, y su lado emprendedor hace que en 1985 constituya su primera empresa, Aquilea Floristes, en Agramunt, a la que siguió, en 1986, Greendel, SL. Todas ellas en el sector en el que se movía como un pez en el agua. Ya en 1992 entra a formar parte del Consejo de Administración de Productos Flower, SL, empresa en la que alcanza, en solo dos años, la dirección comercial, para finalmente, en 1996, refundarla. En 2019 funda Acrimont Foods, S.L.U., la empresa del grupo que se dedica a la alimentación y que compra la marca Virginias, para la fabricación y comercialización de turrones y chocolates. Angel Jubete siempre ha sido un enamorado de su trabajo, con grandes inquietudes y esto se ha visto reflejado no solo en su trayectoria profesional, sino también en la personal. Por ejemplo, se involucró en la gestión de su ciudad Agramunt y, en particular, de su proyección como una de las cunas del turrón. Entre 2004 y 2007 fue el director de la Feria del Turrón y el Chocolate a la Piedra de Agramunt, impulsando su renovación para llegar a ser el referente que es hoy. Pero, en total llego a estar dieciséis años formando parte del comité organizador de la misma.
¿Cuáles son los principales valores de Virginias y cómo los trasladáis a cada uno de vuestros productos para aumentar la diferenciación?
Virginias siempre ha sido una empresa familiar, muy ligada al territorio y, al mismo tiempo, inquieta por todo lo nuevo, por aprender y mejorar sus productos continuamente.
Desde sus inicios se especializó en productos basados en materias primas habituales de nuestra tierra mediterránea, como los frutos secos y los cereales, endulzándolos con miel, azúcar y chocolate, hasta llegar a ser un gran especialista en este producto. Estas fueron las bases sobre las que Virginias creció, llegando no solo a toda la península, sino incluso exportando una parte significativa de su producción.
Actualmente estos valores de tradición, experiencia, proximidad, innovación y especialización son los que nos guían en el desarrollo de nuevos productos.
Virginias se basa en la tradición y los productos de la tierra, pero también es una empresa innovadora. ¿Cómo trabajáis la innovación en la compañía y qué productos habéis podido lanzar gracias a ella?
La innovación se encuentra en el ADN de la marca. Buscar nuevas oportunidades de mercado, nuevas soluciones a problemáticas que van apareciendo, bien sean económicas, legislativas o de optimización de procesos, o simplemente la curiosidad, ha empujado a Virginias a desarrollar nuevos productos continuamente.
En la empresa todo el mundo está implicado en la innovación. Todos hacen llegar sus ideas, noticias o estudios que les hayan parecido interesantes al área de Desarrollo de Nuevos Productos para que puedan ser estudiados. El siguiente paso es con Producción y Calidad para ver si esa idea es posible llevarla a cabo. Las propuestas que superan todos estos pasos son las que, mayoritariamente, acaban viendo la luz.
Nuestros últimos lanzamientos más innovadores han sido en dos ámbitos. Virginias siempre ha sido un referente en turrones sin azúcares añadidos. De hecho, fue la primera marca en lanzarlos al mercado de forma mayoritaria. En la búsqueda de dulces más saludables hemos incorporado un nuevo sustituto del azúcar en la formulación de la mayoría de nuestros turrones sin azúcares añadidos. Se trata de un edulcorante con una base importante de fibras de origen vegetal que aporta a nuestros turrones unas características organolépticas y nutricionales muy destacables. Y, lo más importante, sin comprometer para nada el sabor.
El otro lanzamiento ha sido en nuestra línea de chocolates. Hemos desarrollado una completa línea de tabletas de chocolate que en las que hemos formulado un estupendo chocolate al 70% con diferentes productos que aportan ciertos beneficios saludables. Por ejemplo, tenemos una tableta con melatonina, que ayuda en la regulación del sueño, o con própolis que, como es conocido, ayuda al sistema inmunológico.
Vuestra historia empezó en 1932, repartiendo galletas, turrones y chocolates con un camión en la zona de Tarragona. Desde entonces, Virginias ha crecido y evolucionado, convirtiéndose en una de las marcas de referencia de turrones y chocolates ¿Cuáles consideráis que son los principales hitos de vuestra trayectoria?
Sin duda, uno de los hitos que más realzó a la marca fue la introducción de los productos sin azúcares añadidos. Tenemos registros de primeros de siglo donde ya aparecen turrones sin azúcares, pero sabemos que ya se estaba trabajando unos años antes. Esto hace que nos consideremos uno de los fabricantes impulsores de estos tipos de productos y, sin duda, los pioneros de la categoría de turrones sin azúcares añadidos.
Otro hito más reciente fue la compra de la marca Virginias por parte de Acrimont Foods. Fue un soplo de aire fresco que aportó frescura, ilusión y recursos.
Y en el 2022 empezamos la expansión de nuestra red de tiendas propias, lo que nos permite aumentar nuestra imagen de marca, mejorar el aprovechamiento de nuestros productos y los márgenes.
Contáis también con El Taller de Virginias y Virginias Cacao. ¿Cuáles son los atributos diferenciales de cada una de estas marcas?
Virginias es la marca madre, la que empezó esta historia hace ya más de 80 años. Y es la que conocen prácticamente todos. Es una marca próxima, con una gran historia, pero vista como de las más modernas entre las marcas de turrones, seguramente porque la innovación que siempre la ha distinguido ha hecho que fuese de las primeras marcas en incorporar, por ejemplo, el chocolate o los edulcorantes, a productos tan tradicionales como los turrones.
La compra de Virginias por Acrimont Foods la acercó a un mundo más tradicional, más artesano que es el que encontramos en Agramunt (Lérida), uno de los lugares considerados como cuna del turrón en la cuenca mediterránea y sede de la empresa. El Taller de Virginias se creó inspirados en esta tradición de Agramunt y para dar sentido a toda una línea de turrones, y luego chocolates, más artesanales, con un formato más tradicional como es la barra larga.
¿Qué importancia tienen las redes sociales en la promoción de vuestros productos y en la relación de la marca con el consumidor?
Es primordial. Somos una gran marca que está despegando y, ahora mismo, con importantes retos, por lo que las redes sociales son elementos básicos para llegar a nuestros consumidores y, especialmente, para conseguir nuevos.
Este es un tema que nos preocupa. Los consumidores de turrón se están haciendo mayores y es necesario incorporar consumidores más jóvenes a la categoría. La búsqueda de nuevos productos, más saludables y diferentes, está en esta línea. Y, sin duda, las redes sociales son la manera más idónea de acercarse a estos consumidores
¿A qué retos se enfrenta la empresa de cara al futuro próximo?
Actualmente tenemos dos grandes retos. Cuando Acrimont Food se hace con Virginias decide quedarse en Reus y en las mismas instalaciones que vieron nacer a la marca. Después de estos primeros años ha quedado claro que si queremos crecer, no lo podemos hacer donde estamos.
Se plantearon diferentes posibilidades, pero finalmente se aprobó mantener la sede productiva principal en Reus, pero en un nuevo emplazamiento. Ahora mismo ya podemos confirmar que se está trabajando en la nueva sede y fábrica. Durante un par de años nuestros esfuerzos se están concentrando en esta fábrica que nos va a dar la capacidad para crecer que todos queremos.
El otro reto va muy ligado al anterior. Hoy en día es imprescindible poder ofrecer a nuestros clientes la seguridad de que los productos que ponemos en el mercado cumplen con todas las especificaciones. Y, aunque nuestra forma de trabajar, nuestros procesos ya las cumplen, no podemos obtener el reconocimiento oficial de una certificación IFS por nuestras instalaciones. Estamos ya trabajando en adecuar todo a los requisitos de IFS para que tan pronto la fábrica esté en funcionamiento podamos disponer ya de la certificación.
