El pasado 8 de noviembre tuvo lugar en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla un desayuno que contó con la participación del presidente del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE) y presidente del Grupo Osborne, Ignacio Osborne. El acto, organizado por el Grupo Joly con la colaboración y el patrocinio de la empresa andaluza Covirán, contó con un importante número de representantes del mundo empresarial e institucional de la ciudad.
Ignacio Osborne comenzó su intervención señalando que el Foro de Marcas, integrado por más de 100 empresa con marcas líderes cuya facturación agregada equivale al 40% del PIB nacional, es un ejemplo, como hay pocos en España, de cooperación público-privada. También quiso resaltar que las empresas asociadas pertenecen al mismo para dar, más que para pedir, y que esto la Administración Pública lo aprecia y lo valora. No en vano, el próximo año 2019 el Foro celebrará su XX aniversario habiendo mantenido desde su creación una estructura que permite la integración, a través del Patronato de la Fundación FMRE, de las empresas con los representantes de las AA.PP. competentes. El presidente del Foro quiso destacar asimismo la especial relación y el apoyo permanente de la Casa Real y de S.M el Rey Felipe VI al FMRE.
En cuanto a los objetivos del Foro, los dos más destacados son el refuerzo de la imagen de España y el incremento de la internacionalización de nuestras empresas y, por ende, de la economía nacional. Los modelos internacionales en los que el Foro más se ha inspirado son el caso de Alemania, ‘Germany, land of ideas’; y el caso de Finlandia, ‘Mission for Finland’. A lo largo de la intervención se destacaron actividades ideadas para ayudar a la marca España como las acreditaciones a los Embajadores Honorarios de la Marca España, ya en su octava edición; o los reconocimientos a los Amigos de la Marca España, que este año tendrán lugar en París en el mes de diciembre, y que ya se han otorgado en otros lugares como Moscú, Londres, Hong Kong, Tokio, Shanghái, Miami, México DF, Dubái, o Bruselas.
En relación con el objetivo de internacionalización, se destacó que España necesita incrementar su competitividad. Así como nuestro país tiene una elevada tasa de productividad, superior a la de otros países de nuestro entorno como Alemania, Francia o Italia, tenemos un problema de competitividad. Según el último ranking de competitividad del IMD nuestro país ha descendido del puesto 34 al 36. Y para mejorar la competitividad, la respuesta es vender mejor fuera. Vender con margen, con valor añadido, es decir, vender con marca. Eso, y mejorar el tamaño de nuestras empresas.
Finalmente, Ignacio Osborne hizo hincapié en otro de los grandes factores de competitividad de los que España no puede olvidarse: la transformación digital de la sociedad. España cuenta con una buena base, con una buena infraestructura digital (banda ancha, etc.), pero nos falta mucho para que nuestras empresas acometan una verdadera revolución digital. España ya perdió en el siglo XIX el tren de la Revolución Industrial porque estuvo ocupada con otros problemas internos y por cuestiones de política interior de menor relevancia. Debemos hacer todo lo posible para que en el siglo XXI no nos suceda lo mismo con la Revolución Tecnológica.