Una asignatura pendiente del vino español es el de su posicionamiento internacional. Conseguir una imagen consistente como la que tienen otros competidores como Francia, Italia o hasta Australia o Argentina. Por este motivo, la segunda edición del foro de debate Enovisión, celebrado el pasado 15 de enero en Madrid, estuvo de dedicado a la Marca España.
Este foro sirvió como cierre de Enofusión, la sección dedicada al vino del gran evento anual Madrid Fusión y los organizadores decidieron contar con el Foro de Marcas como colaborador principal del evento, dada su larga trayectoria en la construcción de Marca País y en la generación de alianzas público-privadas.
Para enriquecer la reflexión y el debate, se contó con relevantes representantes de los consultores de marca y de comunicación del país, instituciones públicas y privadas de diferentes ámbitos y responsables de grupos bodegueros y líderes en empresas distintas del sector del vino.
Las ideas que más se repitieron a lo largo del debate fueron la necesidad de crear una marca paraguas unida y fuerte bajo la que se pueda promocionar la diversidad enológica del país, la importancia de la colaboración público-privada, el efecto tractor que generan las marcas más reconocidas e internacionalizadas y las ventajas con las que cuenta España, en general, para promocionar sus vinos en el panorama internacional como son el estilo de vida, la cultura gastronómica y el turismo.
Pablo López, director general del Foro de Marcas moderó la primera mesa donde participaron Joaquín de Arístegui, director general de la Oficina de la Secretaría de Estado de la España Global; Bosco Torres, director asociado de Estrategia de la consultora Interbrand y Teresa Pérez, directora de Aceite de Oliva de España. Como conclusión de esta mesa se podría sacar que La imagen de España es muy positiva en todos los estudios y muy vinculada a turismo, cultura y vino, por lo que el efecto Made in es beneficioso para el vino español, pero faltaría un mayor reconocimiento de marcas comerciales.
Otra de las mesas más interesantes fue la que unió a dos de las bodegas familiares más representativas de España, la histórica Bodegas Torres junto con la más joven Terras Gauda. Según Miguel Torres Maczassek, director general de Familia Torres, «el futuro pasa por que la Marca España se vincule a la ecología, al cambio climático en el que España es referente y el valor de las viñas orgánicas», Insistió además en la importancia de apalancarse en la manera de disfrutar de la vida que tenemos los españoles, mencionada anteriormente.
Por su parte, Antón Fonseca, vicepresidente del Grupo Terras Gauda, apuesta por la diversidad territorial, por las uvas locales, la innovación y la sostenibilidad, pues al vivir en un sector ligado al medio ambiente, debe establecerse como una estrategia de comunicación. Fonseca insistió además en la importancia de que las marcas trabajen de forma conjunta a tevés de instituciones como el Foro de Marcas para generar esa imagen país tan necesaria.
Un tema en el que muchos de los ponentes insistieron es el de la necesidad de vincular el vino a la gastronomía españolas. Miguel Torres destacó la necesidad de que apoyar la apertura de restaurantes españoles en el extranjero, ya que son los primeros embajadores de España en el mundo para promocionar el vino español. Una estrategia utilizada por los programas de promoción de ICEX: «Utilizamos a los chefs como medio para comunicar nuestros vinos», explicaba María Naranjo Crespo, directora de Alimentos, Gastronomía y Vinos del ICEX España.
Otra alianza que debe ser vital para creación de imagen país del vino en España es el enoturismo, y que incluso puede beneficiar al tipo de turismo que recibimos: «El vino es un canal de comunicar el terruño» contaba Elena Valdés del Fresno, jefa de marketing de contenidos y cultura de Turespaña, y añadía: «Buscamos un turista de alta gama con ingresos que busque calidad».
Ignacio Osborne, presidente de Foro de Marcas fue el encargado de realizar la ponencia principal del congreso. En su presentación, hizo hincapié en la importancia de que el vino español deje de ser percibido por su calidad precio y se ponga más énfasis en la calidad, incrementando así el valor y los márgenes.
Destacó además la necesidad de que para construir una Marca España sólida, es necesaria una colaboración de todos los agentes implicados, empresas, administraciones públicas y sociedad civil.
