Los nuevos diseños destacan en el lineal, con etiquetas más limpias y botellas de imagen moderna que favorecen la transmisión de los mensajes.
La Española ha llevado a cabo un rediseño de su imagen con el objetivo de diferenciarse en el lineal, con un logo más visual, manteniendo a su tradicional señora con el cántaro, con rasgos algo más actuales, y su característico color rojo para el tradicional 0,4. Ha cambiado el diseño tanto de envases como de etiquetas para hacer llegar sus mensajes de una forma más clara al consumidor.
Esta actualización lleva a la marca a territorios más de hoy día que conectan con los nuevos consumidores, poniendo en valor la innovación como atributo que permite a La Española adaptarse a las nuevas tendencias. Todo ello reafirmándose en los valores de siempre de la compañía: casa fundada en 1840, lo que la convierten en la comercializadora de aceite de oliva más antigua de España, una marca pionera, histórica, local con valores y cultura empresarial: familia, autenticidad, cercanía, esfuerzo y humildad.
A este cambio de imagen le seguirá una evolución en el tono comunicativo de la marca y novedades en forma de diseño de nuevos productos o de nuevos canales de comunicación, como por ejemplo el lanzamiento de un perfil de Tik Tok, con contenido hecho a la medida de la plataforma.
Para llevar a cabo esta evolución tanto estética como conceptual de La Española han trabajado profesionales del marketing y de la estrategia empresarial tanto internos como externos. Además, ha sido fundamental contar con grupos de trabajo de consumidores, que han ofrecido su visión de la marca.
La Española es el aceite de oliva presente en más de 120 países y habiéndose consolidado como la marca de aceite de oliva español más vendida en el mundo y representante de la cultura española.